Los servicios de limpieza del aeropuerto de Barajas irán a la huelga indefinida a partir del 9 de abril
Los trabajadores demandan que se “cumplan los acuerdos” que las empresas prometieron y se quejan de tener que trabajar “bajo presión” con las nuevas exigencias impuestas por AENA


El servicio de limpieza del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, gestionado por AENA, ha convocado una huelga indefinida, que comenzarán los compañeros del turno de noche el día 8 de abril a las 23.00. De acuerdo con un comunicado emitido por la Federación estatal de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT (FeSMC-UGT), la toma de esta medida se debe “a la necesidad de abordar la unificación de acuerdos, los reiterados incumplimientos de los mismos, y la escasa plantilla existente”. Además, se quejan de “las nuevas exigencias y métodos de limpieza impuestos por AENA”, algo que “ha generado una situación de estrés y presión constante” para los trabajadores encargados de la limpieza.
En el año 2024 el número de pasajeros se incrementó en un 9,9% respecto al curso anterior, alcanzando los 66.196.984. Este notable aumento, según FeSMC-UGT, implica que el personal de limpieza se enfrente cada día a una “carga física y emocional” muy importante para poder ofrecer un servicio de calidad. Las empresas afectadas por la huelga son Serveo Facility Management SAU, que opera en las terminales 1, 2 y 3; Serveo Servicios SAU, que lo hace en la 4; y Optima Facility Services, encargada de la T-4 Satélite.
Respecto a los acuerdos incumplidos, el comité de huelga destaca la cobertura de las bajas laborales, que son “numerosas” en todas las terminales. “Llegamos a estar 40 o 45 días sin que haya un reemplazo. Esto es algo que las empresas prometieron que se iba a solucionar. Implica un desgaste brutal, llegamos a tener que duplicar las zonas que, por lo general, deberían de asignarse. Prometer parece muy fácil, pero cumplir no tanto”, asegura Fernanda Correira, miembro del comité por parte de la Unión Sindical Obrera (USO). Por otro lado, AENA ha comenzado a realizar encuestas a los pasajeros sobre la calidad del servicio. Cuando alguna de estas se lleva a cabo en un punto concreto, allí se trasladan un importante número de empleados de limpieza para que la imagen sea lo más “perfecta” posible. En cambio, otras partes de las terminales quedan descuidadas.
Las noches son, en palabras de del comité, “el momento más crítico”. La cifra de personas sin hogar, que ha pasado en 10 años de las 30 o 40 personas hasta las casi 500, representan un “grave problema” para el personal de limpieza. “Trabajan con miedo, tienen que ir de dos en dos por si sucede cualquier incidente. El tiempo y los esfuerzos que hay que dedicar a limpiar sus zonas es mucho mayor, y condiciona todo lo demás”, cuentan.
“Antes, los trabajadores nos íbamos a casa cansados por el esfuerzo físico, pero ahora lo que más pesa es el tema emocional. Trabajamos bajo presión desde que empezamos hasta que acabamos. Nos quejamos de las empresas, pero también de su cliente, que es AENA. Todos quieren un aeropuerto limpio, pero nadie da valor a nuestro trabajo. Ni siquiera los pasajeros, que a veces incluso nos insultan. Tenemos muchísimas bajas por salud mental”, afirma una de las 700 trabajadoras que, incluyendo a los interinos, componen la plantilla de los servicios de limpieza.
Por su parte, el sindicato ASAE, en pie de guerra contra AENA por la situación de “descontrol” en relación con el número de personas sin hogar, manifiesta su “apoyo a la huelga debido a las continuas mermas económicas de AENA en los contratos”. “Entendemos completamente que quieran trabajar en entornos dignos y seguros y no tener que soportar insultos, amenazas y agresiones de las 500 personas que malviven en Barajas, otra de las razones de la protesta”, concluyen. Los trabajadores que acudirán a la huelga “lamentan de antemano las profundas molestias que esta situación pueda ocasionar en los s del aeropuerto”.
Mientras tanto, los os entre los responsables de la infraestructura y el Ayuntamiento de Madrid para la solución del conflicto de las personas sin hogar siguen sin dar sus frutos. Los momentos de “alta tensión” han dado lugar a un silencio por ambas partes, que manifiestan su gran preocupación por el tema, pero tienden a echar balones fuera sobre sus competencias. Aunque el invierno y el mal tiempo estén llegando a su fin, la falta de alternativa habitacional para estas personas hace que la tendencia no haya cambiado en absoluto y se pueda incluso ver incrementada en los próximos meses.
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